miércoles, 28 de diciembre de 2011

Reflexiones-

Empecemos con las reflexiones.


No se cómo podemos llegar a ser tan simples y tan previsibles, siempre, cada historia empieza y termina igual. Un mes, como mucho dos, llenos de 'te quiero' y frases del tipo: 'quiero pasar el resto de mi vida contigo' por favor, pero si todos sabemos que eso nunca va a pasar, pero aún así somos tan gilipollas que lo decimos esperando que se cumpla. Al tercer mes ya ni si quiera dices te quiero, todo se enfria y te empiezas a rayar. Pero... ¿por que coño eres tan idiota? Sabías que no iba a durar para siempre, lo sabías, ahora que las cosas ya no son como antes y él no te dice las típicas frases de: 'eres lo mejor que me ha pasado' no empieces a comerte la cabeza. Todo tiene un final ¿no? pues puede que esta historia (si es que puede llamarse así) esté llegando al suyo. En fin, que cuando ya empiezas a rayarte empiezan las discusiones y, como eres una idiota que no aprende de sus errores, lloras. Lloras por algo por lo que no tendrías que llorar, porque, ¿qué mas da? si, vale ahora no tienes a alguien que te diga cosas cursis todo el puto día, pero que más da, ya vendra otro, y después otro, y otro... En fin, que si vas a pasar por lo mismo más de una vez, aprende joder, aprende.


Siempre te dicen lo típico de: 'no dejes que nadie te cambie, sé tú misma' Vale, muy bien, pero yo he decidido cambiar por mi bien, no por que me lo haya dicho nadie. Así que he decidido que a partir de ahora nada de rayadas de esas monumentales, nada de llorar por chorradas, ni de lamer el culo a nadie, nadie es tan importante como para tener que estar pendiente de él cada dos por tres. A partir de ahora, nada de 'pillarme' por el primer tío de ojos bonitos y buen culo que pase por delante de mis narices, ni nada de dejarme engañar por unas simples palabras, que al fin y al cabo no son más que eso. Ahora, cada tío será una aventura, uno más que ha probado mis labios. Que si de verdad quiero vivir la vida, nada de estar pendiente de nadie, sólo de mi misma. Sí, puede parecer egoísta, pero es la puta verdad. ¿Para que preocuparte por otra persona? ¿Para que te de la puñalada en cuanto te das la vuelta? Ni hablar.